jueves, 16 de febrero de 2012

La ballesta II (s.XIII)


Durante el s.XIII la ballesta de cuerno y la cervera tuvieron un protagonismo sin igual en toda Europa. En el Poema de Fernán González (mediados s.XIII) tenemos:



Los turcos e alárabes, essas gentes ligeras, que son por en batallas unas gentes çerteras, que traen arcos de nervio e ballestas çerveras.



 Y En el libro de Alexandre (s.XIII):



...sus ballestas al cuello turquias e cerveras.

Proyectil común para las ballestas de este periodo fue el cuadrillo. Gracias a dos documentos franceses de 1220 y 1256 sabemos que la provisión de cuadrillos era de 50 para cada ballestero. La ballesta estribera no dejó de usarse en toda la Edad Media debido a la comodidad de carga que aportaba el estribo. Desde el segundo cuarto del siglo XIII, está documentado el uso de la ballesta a la caballería en España. En 1246 se habla de ballesteros a caballo equipados con cinto y con aljaba de cien saetas o más. Dado que iban montados, los caballeros ballesteros encontraron en la ballesta estribera un arma muy adecuada para la guerra. En las Partidas:  



Ballestero de caballo por su balesta con cuerda e avancuerda…una caballería



En la Europa medieval eran conocidos por su pericia los ballesteros catalanes. Entre las milicias concejiles sevillanas del siglo XIII-XV había ballesteros que llevaban ballestas de una o dos cuerdas. Las ballestas de dos cuerdas podían adaptarse con un pedazo de cuero para lanzar bodoques o piedras. La llamada "ballesta de bodoques" fue muy usada para cazar pájaros. 




En cuanto a las saetas, tenían diferentes tamaños según para el tipo de ballesta que fueron designadas, así en un inventario hispano medieval se comprueba:



...saetas de gran torno de dos pies y de estribera.



Y en la Conquista de Ultramar (s.XIII):



...le mostró cuatro saetas, la una de ballesta de estribera, e la otra de dos pies, e las dos de torno... e iban muchos arqueros con ballesteros de torno e dos pies e de estribera...



La segunda gran revolución técnica fue la aplicación del torno o armatoste a las ballestas portátiles a mediados del XIII. Consistía en dos manivelas, que ponían en movimiento igual número de poleas situadas en el centro del tablero, en las que se iban arrollando los tirantes o cuerdas a medida que se refrenaba la de la verga, hasta quedar armada o sujetada en la nuez. Para hacer funcionar el aparato se apoyaba también el pie en el estribo.


En el asalto a la torre del oro en Sevilla (1248), San Fernando usó trabucos, ballestas de torno, fondas y dardos empeñalados. En el mismo asedio (Triana) los moros usaron ballestas gigantescas que tiraban cuadriellos. También aparecen ballestas de torno en un inventario hispano de 1308. En el castillo de Estella había dos "grandes ballestas de torno", probablemente más un ingenio de asedio que manual. Asimismo se nombran "saetas de torno" y de "gran torno", muy probablemente pequeñas y grandes respectivamente. 

En España desde mediados del s.XIII era arma propia de los peones, como vemos en las Partidas:



E han de haber ballestas con estriberas, e de dos pies, e de torno. Debe haber hombres que sepan usar la ballesta y que traigan los guisamentos que pertenece a hecho de ballestería, pues estos hombres cumplen mucho a hecho de guerra. Ballesteros de pie con su ballesta e con todo su cumplimiento, así como de suso es dicho, una caballería.




El torno permitió en adelante armar las ballestas con vergas más sólidas. Por ello, nuevos materiales como el hueso fueron apareciendo para la construcción del arco de la ballesta. El torno requería colocarlo primero en la ballesta, acto seguido cargar para luego desmontarlo. Este lento proceso obligaba a disparar en el mejor de los casos una vez por minuto. A menudo estos ballesteros iban acompañados de un escudero o un pavés (en los asedios) para defenderse de los proyectiles enemigos mientras cargaban.  





Fue frecuente en esta época el encontrar compañías de ballesteros y lanceros mezclados. Dichos lanceros llevaban un gran escudo que tapaba al ballestero. El daño producido por un proyectil de ballesta no tenía precedentes, además manejar con pericia una ballesta no requería tanta habilidad o fuerza como un arco. Ventajas tan desproporcionadas aseguraron que entre los peones, el ballestero (junto al lancero) fuese imprescindible en las huestes medievales. El arco quedó en la práctica totalmente marginado en España, país además bastante montañoso y por ello de poca tradición con los arcos.

3 comentarios:

Seo Valencia dijo...

¿Que tiene que ver lo montañoso que sea un país con la proliferación de arcos y arqueros?

Un Saludo, y mis felicitaciones por lo interesante de los contenidos de tu web.

Alberto

El Tormenta dijo...

Tiene que ver bastante, pues una geografía rugosa facilita bastante el uso de la ballesta al disparar las saetas con trayectoria rectilinea. También podían disparar con trayectoria parabólica aunque no eran tan eficaces en este caso como los arcos. En terrenos accidentados las distancias entre los contendientes antes de entrar en batalla son menores que en un llano. De ahí que fueran mucho más usados dardos y azagayas que arcos.

Fíjate que para la defensa de los castillos era frecuentísima la ballesta y muy poco el arco. Se debe al mismo principio de rugosidad. El disparo parabólico era práctico en terrenos llanos contra una masa de blancos apretados, en un terreno montañoso o estrecho las formaciones enemigas eran dispersas.

En el Señor de los Anillos, Tolkien fantasea bastante en este aspecto al asignar arcos a los elfos de los bosques como arma principal. En un bosque el alcance efectivo rara vez supera los 20 metros entre tanto árbol, en realidad son más rápidas de usar y ligeras para estos casos las azagayas. Y un arco no puede disparar parabólicamente en estas condiciones.

Sea como fuere, el arco fue bastante popular en países llanos (como Gales) y poco en países montañosos, esa es la mejor prueba del algodón. Por otro lado el arco se usó en España durante la Prehistoria tanto para cazar como para guerrear, pero debemos tener en cuenta que la ciencia militar estaba en pañales en aquellos tiempos y se solían usar las mismas armas para cazar y combatir entre las distintas tribus.

Espero que te aclare algo

Un Saludo y gracias por tu comentario.

Seo Valencia dijo...

Gracias por tu grata respuesta