jueves, 9 de febrero de 2012

La adarga


Adarga viene del andalusí addárqa, la etimología es dudosa. En romance tenemos en manuscritos del s.XI: adaraga, adaraka, addarca y atareca. Aunque en los textos andalusíes turs y daraqa son diferentes, existe una clara conexión etimológica con la tarja, llamada en romance tarka y turka. En diccionarios renacentistas se toma la adarga como una versión ligera de la tarja, y en ocasiones como sinónimo. Desde un punto de vista práctico, la adarga es una tarja fabricada de cuero, de hecho lo que caracteriza a la adarga son los relieves e inscripciones.




Desde al menos el siglo X las tropas andalusíes usaban la daraqa. Los bereberes zenetas fomentaron bastante la introducción en la Península de las adargas, fabricadas en las provincias meridionales de Marruecos y enviadas a España desde el siglo XI. Estaban fabricadas normalmente de piel de antílope, si bien se emplearon otros tipos de cuero. Las de cuero de vaca se llamaban vacaríes y eran preferidas las fabricadas en Fez. Abajo adarga vacarí.



Originalmente era redonda, después se hizo acorazonada y finalmente tomó la forma de dos elipses u óvalos unidos, midiendo entre 69-80 cm en el más largo eje. Dos o más capas de cuero grueso eran pegadas y cosidas para hacerla rígida y elástica. A menudo se decoraba con dibujos e inscripciones.  


La adarga iba embrazada, la cara exterior se solia adornar con borlas de seda, a veces se decoraban con carteleras o cenefas con inscripciones que repiten lemas nazarís: "Sólo Dios es vencedor" o "La felicidad para mi dueño", tambien predominan la decoración a base de palmetas y desarrollo de tallos en espiral, siempre con estricta simetría.



Según testimonio de Ibn al-Jatib, las tropas nazaríes (especialmente los jinetes) del siglo XIV adoptaron estas adargas, que se hacían con cuero de buey y de onagro, aunque las más apreciadas eran las de cuero de lamt, nombre de un antílope sahariano cuya piel no podían penetrar ni sables, ni lanzas, ni flechas. 


En un inventario hispano de 1372 se habla de "adargas viejas pintadas". Los jinetes cristianos adoptaron la adarga a finales del s.XV. Abajo jinete nazarí con adarga.



Al ser un arma que las tropas coloniales españoles emplearon hasta el s.XIX (soldados de cuera), los diccionarios de los ss XVII-XVIII aportan información de primera mano.

Para Sebastían de Covarrubias (1611):

Un género de escudo hecho de ante, del cual usan en España los jinetes de las costas, que pelean con lanza y adarga. Y también la usan los árabes. El latino llama a la adarga cetra. Algunos quieren que adarga se aya dicho quasia targa, que en toscazo vale escudo, y de allí targeta, escudo pequeño, vel quia a tergo, por cubrirle con ella las espaldas, o del verbo griego Targanoome impliciter torqueor; porque se coge y doblega sin quebrarse. Diego de Urrea dice, traer origen del verbo adarraq, que significa embrazar el escudo, y es de raíz caldea “derah”, brachium.

Según el DRAE 1726:

Cierto género de escudo compuesto de duplicados cueros, engrudados y cosidos unos con otros, de figura cuasi oval, y algunos de la de un corazón: por la parte interior tiene en el medio dos alas, la primera entra en el brazo izquierdo, y la segunda se empuña con la mano. Usábanlas antiguamente en la guerra contra los moros los soldados de a caballo de lanza. Y aún hasta poco a esta parte se conservaba esta milicia en Orán, Melilla y costa de Granada, y hoy día se conserva en la plaza de Ceuta, aunque en menor número que antes. Servía la adarga para guarecerse de los golpes de la lanza del enemigo. Es voz arábiga, y viene de la palabra Adarraq, que vale embrazar el escudo.

Adarguilla es diminutivo de adarga. Se llamaban "adargas de cuento" a las que tenían bloca (umbo en forma de pico). Adarguero era el que hace o usa adarga. Adargarse es cubrirse con la adarga.  La adarga tenía gran aplicación para los juegos de cañas y alcancías. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha no fue ni mucho menos el último en usar adarga. En definitiva una adarga de buen cuero aportaba al soldado una óptima protección con poco peso, la mayor prueba de su eficacia es la cantidad de tiempo que estuvo vigente. Abajo soldado español en Tejas con adarga (s.XVIII).



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