martes, 14 de febrero de 2012

Ballestas primitivas


La ballesta es un arma portátil de torsión, compuesta de una caja de madera o cureña, con un canal por donde salían saetas y bodoques impulsados por la fuerza elástica de un muelle, que primero fue de hierro forjado y después se hizo de acero, a los extremos del cual iba atada una cuerda que se tensaba y se aseguraba en la nuez hasta quedar libre en el momento del disparo y transmitir a los proyectiles la fuerza de dicho muelle propulsor.





Ballesta procede del latín ballista, cuya raíz indoeuropea es gweld- (lanzar). La ballesta portátil procede de un arma de asedio llamada balista (ballista), que lanzaba tanto piedras como grandes saetas.






Ballestas portátiles de bronce y balistas han sido encontradas en yacimientos arqueológicos chinos datados en el s.VI a.C., mientras que las ballestas chinas repetidoras más antiguas son del s.IV a.C. Por los datos que poseemos hoy día, la ballesta procede del lejano oriente. Abajo ballesta repetidora china.






Los griegos también conocieron armas de asedio con sistema de torsión, llamadas oxybeles desde al menos el s.IV a.C.




La versión menor del oxybeles fue el gastraphretes, que se cargaba con ayuda del vientre.  





A partir de estas dos armas griegas, los romanos añadieron ligeras variaciones para adaptarlas a su gusto dando nacimiento a la balista. Más tarde se inventaron otras versiones: el carroballista, básicamente un carro que tiraba de una balista de diversos tamaños, y el scorpio, pequeña balista. Abajo escorpión.




Versiones portátiles de la balista son nombradas por Vegecio en el s.IV d.C., se llamaron cheiroballistra o manuballistae y arcuballista. Las balistas portátiles, a decir de Vegecio, eran propias de los tragularios (lanzadores de trágulas, un tipo de saeta) quienes iban en la formación junto a honderos y arqueros. En Francia hay relieves romanos del siglo I-II d.C. de un tipo de ballesta empleada para la caza, el mecanismo de disparo consiste en una palanca manual que tira de la nuez para tensar la cuerda. Este tipo de manuballistae de caza debieron seguir empleándose en adelante, la muerte de William II en 1100 fue debida a un accidente en una cacería por causa de un proyectil de ballesta. Abajo ballesta de caza romana del siglo I-II d.C.




En 2005 se halló en un yacimiento arqueológico alemán un tipo de ballesta romana original con todas sus piezas (madera de fresno). Ballestas similares fueron encontradas en Irak y España con anterioridad, pero carecían de la madera. Los restos encontrados permitieron a los expertos reconstruir el arma. En la parte central, de metal, se hallaban tensados tendones en forma vertical. Esos tendones aseguraban sendas mitades del arco. Éste no era de una sola pieza, sino que estaba conformado por dos mitades. Los primeros intentos de tiro mostraron que las flechas lanzadas, que llevaban puntas de hierro, tenían un "poder de penetración impresionante". 




Con el arma se lograban salvar distancias de entre 20 y 40 metros. A diferencia de la típica saeta emplumada, los proyectiles no tenían plumas para estabilizar su vuelo, pero sí una muesca en la parte posterior para optimizar el lanzamiento. Por su aspecto lo más probable es que necesitase algún tipo de plataforma para apoyarla, requeriría un solo soldado para emplearla. Es de imaginar que sería común en sitios tanto para atacar como para defender, y se colocaría en lugares estratégicos. Por otro lado, la balista no dejó de emplearse en los asedios durante la Edad Media, como vemos en este ejemplar.








El oscurantismo con respecto a la ballesta en época altomedieval es total, lo que evidencia que pocas mejoras se hicieron en su diseño, quedando relegada fundamentalmente a los asedios o a la caza, como en época romana. Abajo ballestas en un asedio de un manuscrito francés del año 1000.





La versión portatil de la ballesta para la guerra tiene su origen en la arcuballista romana, de hecho ese nombre y sus derivados se emplearon al menos en la Inglaterra y Francia medieval: arbaleste, arbalete, arbalista, etc. En España se simplificó el nombre del mismo arma denominándose "ballesta" a secas. En lo que se refiere a la manuballistae parece que su uso quedó reservado para la caza o para la guerra a caballo por su facilidad de carga. Abajo jinete hispano del Beato de Osma (1086) con una especie de ballesta de mano. 






2 comentarios:

Pedro Camello dijo...

¡¡Bodoque!! Por aquí, en las zonas rurales de Extremadura (lo que no quiere decir que también se haga en otras partes), se llama bodoque a la gente grande, ruda y basta. No sabía que era un tipo de proyectil.

Qué verdad es eso de que no te acostarás sin aprender algo nuevo...

El Tormenta dijo...

Sí, creo haber escuchado lo de bodoque como insulto alguna vez, quizá en algún comic de Mortadelo y Filemón o en gente mayor. Parece que en las zonas urbanas no es de mucho uso.

Tanto las balistas como las ballestas podían adaptarse para lanzar bodoques, de hecho hubo un tipo de ballesta llamada "de bodoques". Si no recuerdo mal la ballesta de bodoques tuvo también su uso para cazar pájaros.

Saludos