domingo, 23 de octubre de 2011

Saetas I: Trágulas

El tema de los casquillos de las saetas es uno de los más farragosos de tratar debido a que en la amplia mayoría de los textos históricos se refiere a ellas con el nombre genérico de "saetas", solo unas pocas de ellas son citadas específicamente, principalmente en la Baja Edad Media y Renacimiento. Habrá que echarle un tanto de imaginación al asunto para llegar a conclusiones moderadamente decentes.



Hay muchos restos arqueológicos de casquillos de saetas en todo el mundo, lo que nos ayudará en esta difícil tarea. El problema principal se encuentra en que la morfología de las saetas es innumerable en países y épocas. Cada una de ellas estaba diseñada para una función concreta. Por otro lado los nombres para designarlos son escasos, supongo que tras cada nombre se incluirían ligeras variaciones que forman una familia. Según Ibn Hudayl, los musulmanes tenían 17 tipos diferentes de hierros según su función, tres servían para atravesar la malla, cuatro para perforar escudos y otras cuatro para atravesar adargas o escudos de cuero. Abajo hierro de saetas japonesas.



La gran mayoría de las saetas podían lanzarse con la ballesta o el arco, solo unas pocas eran específicas para la ballesta. Muchos autores piensan que casi todas las saetas eran empleadas solo para las ballestas: craso error, pues esta creencia se debe a que a finales de la Edad Media la ballesta sustituyó casi por completo al arco en el occidente europeo. De ahí que casi todas las saetas se nombren junto a la ballesta en los documentos. Abajo casquillos de saetas y flechas inglesas del s.XIV.



Trágula: Parece ser que en la antiguedad la tragula y la matala fue propia de los jefes galos e hispanos. La trágula era seguramente barbada o arponada, pues se decía que necesitaba ser rota para extraerla de la víctima. Una trágula atravesó la pierna del mismísimo Aníbal en el sitio de Sagunto (219 a.C.). Sabemos gracias a Vegecio (s.IV d.C.) que los tragularios (tragularii) empleaban arcoballistas y manuballistas para lanzar sus trágulas e iban en la formación junto a honderos y arqueros:

Erant tragularii qui ad manuballistas vel arcabullistas dirigebant sagittas.

Era pues al menos, lanzada por las primitivas ballestas. La etimología es complicada, palabras que tienen relación con trágula son: traílla, arrastrar, rastrillo, cuerda y látigo. En nuestra opinión se trataría de un hierro barbado, posiblemente similar al angón celta o al menos parecido. No sería descartable que hubiese una variable del arma que se emplease como arpón, pues la etimología hace refererencia a traílla y cuerda. Abajo hierro de saeta romana.

Es complicado adivinar como sería exactamente, pues había algunas variables de hierros barbados en las saetas romanas. Quizá aquellas con hierro corto se distinguieran de aquellas con hierro alargado. Abajo más saetas romanas.



Santiago Fajardo indicaba que el angón o ancona era un tipo de saeta con forma de arpón. De ser esto cierto, podría tratarse de un dardo procedente del angón merovingio, especie de pilo que tenía hierro con forma de arpón. Hay constancia histórica de dardos lanzados por el arco. Podrían ser los hierros barbados alargados. En la Francia del s.XIII se prohibía entrar a cazar en algunos territorios con "sagittas barbatas".








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