martes, 25 de octubre de 2011

España y la guerra

Por desgracia España ha sido siempre un país ignorante y acomplejado acerca de su propia historia militar. Esto ha sido acentuado por la historiografía anglosajona, especialista en propaganda, que ayudó a propagar la leyenda negra de España en todo lo relativo a las batallas. Tristemente, es esa la imagen que existe en el subconsciente popular. Difícilmente pudo España tener un imperio mundial perdiendo todas las batallas y los ingleses ganándolas todas. A continuación expondré un puñado de citas históricas acerca de la opinión que existía sobre España y la guerra. Muchas de ellas son de autores extranjeros lo que le da doble valor por ser testimonios imparciales.


Mas que Italia y cualquier país de la tierra, España es especial para hacer insistentemente la guerra, dado la forma del terreno y el carácter de sus habitantes.

TITO LIVIO

Cuando no tienen enemigo exterior lo buscan en casa. Tienen preparado el cuerpo para la abstinencia, y la fatiga y el ánimo para la muerte; dura y austera sobriedad en todo.

TROGO POMPEYO

Los hispanos sufren la muerte por no hacer traición a un amigo. Dicen que los lusitanos son diestros en emboscadas y persecuciones, ágiles, listos y disimulados. Todos los habitantes de las montañas son sobrios: no beben nada, a no ser agua, duermen en el suelo y llevan cabellos largos igual que las mujeres. Practican luchas gimnásticas, hoplíticas e hípicas, entrenándose al mismo tiempo para el pugilato, las carreras, las escaramuzas y las batallas campales. A los criminales se los despeña y a los parricidas se los lapida, fuera de los montes y los cursos de agua. Los celtíberos son ferozmente individualistas.

ESTRABÓN

Los celtíberos suministran para la lucha no sólo excelentes jinetes, sino también infantes que destacan por su valor y capacidad de sufrimiento. Son muy hábiles en lucha de dos modos diferentes: primero atacan a caballo y, en el caso de ser rechazados, desmontan y atacan de nuevo como soldados de infantería. Según sus normas habituales son extremadamente crueles con los criminales y los enemigos, aunque con los forasteros son compasivos y honrados, rivalizando entre ellos para prodigarles su hospitalidad.

DIODORO DE SICILIA.

El modo de pelear de aquellos soldados era el de lanzarse al ataque con gran ímpetu, ocupar una posición audazmente, sin conservar mucho el orden en sus filas, el pelear dispersos; no consideraban vergonzoso retroceder al verse en aprieto, ni abandonar el campo, acostumbrados a esta manera de pelear en sus encuentros con los lusitanos y demás bárbaros.

JULIO CESAR

Es evidente, por otra parte, que los hispanos nos aventajaban no sólo en cuanto al número, sino en fortaleza física.

VEGECIO, SIGLO IV.

Los cántabros son de ánimo tenaz, inclinados al merodeo y a la guerra y fuertes para sufrir reveses. Los astures viven encerrados entre montañas y selvas.

ETIMOLOGÍAS DE SAN ISIDORO, SIGLO VII.

Los españoles son señores lujuriosos y disolutos, pero caballeros que no esconden la cara al enemigo.

MUZA (Invasor musulmán de la península en 712)

Los pueblos deben poner su confianza en las lanzas de sus soldados mas que en el coño de sus mujeres.

HERMANA DE BERMUDO II DE GALICIA

Ávila no es mas que un conjunto de aldeas cuyos habitantes son jinetes vigorosos. Segovia tampoco es una ciudad, sino muchas aldeas próximas unas a otras hasta tocarse sus edificios entre sí; y sus vecinos, numerosos y bien organizados, sirven todos en la caballería del señor de Toledo; poseen grandes pastos y yeguadas y se distinguen en la guerra como valientes, emprendedores y sufridos.

AL-IDRISI, SIGLO X.

Desprecian la muerte y así se hacen audaces, mas gozan con la guerra que el amigo con el amigo. Los castellanos son gente brava y fuerte, que no teme beber la copa de la muerte.

POEMA DE ALMERÍA, SIGLO XII.

Éstos son feroces, y feroz, silvestre y bárbara es la tierra que habitan; por la ferocidad de los rostros, en consonancia con lo bárbaro de la lengua, entra temor en los corazones de los que los ven. En este monte, antes de que la cristiandad en los confines hispánicos aumentase plenamente, los impíos navarros y vascos no sólo solían robar a los peregrinos que iban a Santiago, sino que también, como asnos, los cabalgaban y los mataban. Éstos torpemente visten y torpemente comen y beben; pues toda la familia en las casas navarras –tanto el siervo como el señor, tanto la criada como la señora- suelen comer todos los potajes mezclados a la vez en una cazuela, sin cuchara, sino con sus propias manos, y beber en un cipho. 

Si los vieres comer, los considerarías perros o cerdos. Si los oyeres hablar, te acordarías de los perros que ladran, pues tienen una lengua de todo punto bárbara. Esta gente es bárbara, distinta de todas las gentes por los ritos y la naturaleza; llena de toda malicia; con el color oscuro, con rostro áspero, torcida, perversa, pérfida, de fe vana y corrompida, libidinosa, por costumbre borracha, docta en toda violencia, feroz y silvestre, viciosa y réproba, impía y desabrida, furiosa y contenedora, inculta en los demás bienes, instruida en todos los vicios e iniquidades, semejante en malicia a los godos y sarracenos, enemiga en todo de nuestras gentes. Navarro o vasco, matan, si pueden, por una moneda a un galo.

CODEX CALIXTINUS DE AYMERIC PICAUD, SIGLO XII

Todos somos caudillos de nuestras cabezas.

RESPUESTA DE LOS SALMANTINOS AL SULTÁN ALMORÁVIDE.

Los españoles fueron siempre muy sabios en la guerra y en los hechos de armas.

PARTIDAS II, Tit XIX. Ley IX. SIGLO XIII.

Los corsarios castellanos eran los mas audaces y temibles para el comercio marítimo. Cuando la adversidad los castigaba con el cautiverio, llegaban a alcanzar en él altos puestos de gobierno.

NICOLLAO TEIJEIRO, HABLANDO DE LA GUERRA DE LOS 100 AÑOS.

Que especiales sean las gentes de Castilla en artes de guerras, naves y en campos, ya lo habéis oído decir y por experiencia visto. Otras gentes tan diestras con las armas en el mundo, no las hay.

FERNANDO DE LA TORRE, 1455.

Si ésta gente fuese unida de mente y corazón, no habría un solo rincón en el mundo que no conquistaran.

FRAY DIEGO DE VALENCIA, 1468.

Trabajemos por vencer, no pensemos en vengar, porque el vencer es de varones y el vengar de mujeres flacas.

COMENTARIO DE UN CARDENAL A SUS TROPAS TRAS LA BATALLA DE TORO, 1476.

No somos franceses sino muy honrados y valientes españoles, preferimos mil veces morir armados en el campo como valientes soldados que cuarteados por mano de un sucio verdugo delante de tantos señores y capitanes.

RESPUESTA DE LA SOLDADESCA AMOTINADA AL GRAN CAPITÁN POR NO RECIBIR SUELDO, 1512.

Para artillería la turca, para infantería la española. Era de saber que toda la nobleza y honra de Francia está en la caballería, como la de España en la infantería.

DICHOS POPULARES EN LA EUROPA DEL SIGLO XVI

La naturaleza de los hispanos, por el continuo comercio que han tenido desde muchos años con Italia, es muy conocida por Vuestras Señorías. Son melancólicos, tienen el cuerpo apto para el ejercicio de las armas y dispuesto para el ejercicio físico; son, además, hombres de inteligencia y aprecian el honor, que, sin embargo, no lo usan en otras cosas sino en relación con las armas.

GASPARO CONTARINI (EMBAJADOR DE VENECIA Y DEL PAPA), 1525.

El español de la azada, toma la pica y se hace buen soldado. Si derriba a un jinete enemigo, cabalga en su caballo y se hace caballero. Cuando pierde la batalla el rey de Francia, no puede tan rápido prepararse, porque muerto jinete ha de aguardar que crezca el hijo y en España cualquiera lo sabe hacer. El español es tan soberbio que en la guerra y en la paz quieren siempre hacer ventaja a las otras naciones y por esto, son mal vistos en todas.

ANÓNIMO AUTOR DEL FLORETO, SIGLO XVI.


Los españoles, después que descrubrieron el Nuevo Mundo, andaban tan ganosos de descubrir nuevas tierras, y otras más y más nuevas, que aunque muchos de ellos estaban ricos y prósperos, no contentos con lo que poseían, ni cansados de los trabajos, hambres, peligros, heridas, enfermedades, malos días y peores noches que por mar y por tierra habian pasado, volvian de nuevo a nuevas conquistas y mayores afanes, para salir con mayores hazañas que eternizasen sus famosos nombres.

GARCILASO DE LA VEGA, EL INCA.

Los españoles son tal vez mas inclinados a las armas que ninguna otra nación cristiana y tienen mucha aptitud para ellas, son de estatura ágil, muy diestros y ligeros de brazo. En las armas estiman mucho el honor, de modo que por no mancharlo, no se preocupan en general de la muerte.

GUICCIARDINI, SIGLO XVI

Sobre todo en estos reinos de Castilla, la infantería tiene una gran reputación y es considerada como muy buena, juzgándose que en la defensa y expugnación de ciudades, donde sirven tanto la destreza y la agilidad del cuerpo, sobrepasa a todas las demás; y por esta razón y por el gran ánimo que muestran, valen también muchísimo en una batalla; de modo que se podría discutir quien fuese mejor en campo abierto, si el español o el suizo, disputa que dejo a otros.

GUICCIARDINI, SIGLO XVI

En menos de media hora ha acontecido lo inverosímil: el florido ejército de Francia, que desde hacía diez meses campeaba altanero y no se cansaba de desafiar al adversario, ha sido liquidado. Una victoria completa en batalla regular sobre el primer ejército de Europa, sin ninguna superioridad numérica, iniciaba una nueva fase en el arte militar moderno y hacía de España una gran potencia europea.

PIERO PIERI, SIGLO XVI

Los españoles admirados de que en gente militar pudiese reinar tanta vileza y tan poca experiencia, entrando dentro por muchas partes sin oposición, comenzaron a correr por el lugar donde no había resistencia sino sólo voces, fuga, violencias, sangre, saco y muertos... murieron mas de 2.000 hombres sin pelear, sino huyendo y pidiendo misericordia.

GUICCIARDINI, SIGLO XVI

Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos.


FRANCISCO DE BOBADILLA DURANTE LA GUERRA DE LOS 80 AÑOS, 1585


Existe en este reino un áspero valle infestado de demonios, un lugar que los pastores creen habitado por salvajes, gente ni vista ni oída de lengua, de usos distintos a los nuestros, que andan desnudos y piensan en ser solos en la Tierra. Algún testigo declaró haberles oído voces góticas y otras imposibles de entender.

CURIOSA PHILOSOPHIAE DEL PADRE CARMELITA NIEREMBERG, REFIRIÉNDOSE A LAS HURDES, 1600

Y allí estaban aquellos seres aguardándonos. Mitad hombres y mitad bestia.

LAS BATUECAS DEL DUQUE DE ALBA DE LOPE DE VEGA, REFIRIÉNDOSE A LAS HURDES, 1638.

Pues si dejamos de hablar de las letras y venimos a las armas, ya conocemos, y es cierto, que entre las naciones varias que tiene el mundo españoles, entre todas se aventajan.

El viaje entretenido, Agustín de Rojas, 1603.

Cuando yo esperaba encontrar a estas gentes (los ingleses) llenas de orgullo e insoportables por la victoria, las he visto más bien al contrario, rindiendo los mayores agasajos a nuestros oficiales prisioneros y hablando con ellos con el mayor entusiasmo.

Carta de Gibraltar al comandante de San Roque, después de la batalla de Trafalgar.



La terrible carnicería y el estado de los navios prueban el encarnizamiento con que se batieron. Se conviene que el fuego de los franceses fue mas vivo al principio, pero los españoles mostraron más firmeza y valor hasta el fin que sus aliados. Su coraje nos inspira el mayor respeto, y la humanidad con que han tratado a nuestros prisioneros y naufragos ingleses es superior a todo elogio.

Carta inglesa de Gibraltar, después de Trafalgar.


Tengo por enemigo a una nación de doce millones de almas, enfurecidas hasta lo indecible. Todo lo que aquí se hizo el dos de mayo fue odioso. No, Sire. Estáis en un error. Vuestra gloria se hundirá en España.

Jose Bonaparte a su hermano, Napoleón, después del levantamiento de Madrid del 2 de Mayo de 1808.



Los españoles todos se comportaron como un solo hombre de honor. Enfoqué mal el asunto ese (invasion de España); la inmoralidad debió resultar demasiado patente; la injusticia demasiado cínica y todo ello harto malo, puesto que he sucumbido.


NAPOLEÓN, Memorial de Santa Elena, 1818.

Es difícil poder imaginar a soldados más valientes. A duras penas se ponen a cubierto, desafían a la muerte. Sé, en todo caso, que nuestros hombres están contentos cuando tienen a los españoles por vecinos. Son combatientes impávidos que desafían a la muerte.

ADOLF HITLER

Fue un ejemplo clásico de la guerra de honor, sin apoyo de interés económico, acción refleja de una nación que se siente a sí misma en prosperidad creciente y madura para afrontar responsabilidades coloniales en un sentido en cierto modo abstracto y desprovisto de materialismo. Los soldados mostraron grandes cualidades de sobriedad y resistencia en unas condiciones en las que un ejército inglés se hubiera amotinado.

RAYMOND CARR HABLANDO DE LA GUERRA DE ÁFRICA, 1966.









5 comentarios:

Amo del castillo dijo...

Lo malo es que para estar tan bien conceptuados nos ha ido de culo. Debías añadir una más, del inmortal Quevedo, que refleja la esencia del por qué siempre nos quedamos a mitad de camino en todo:

EN ESPAÑA SE LLAMA MARICON AL QUE TRABAJA, E HIDEPUTA AL QUE TRIUNFA.

Un saludo

El Tormenta dijo...

Diga usted que sí. Je, je, je.

Ferrolobo dijo...

Fiuu.....
Madre mía que colección de citas.
Muchas no las conocía.
Tomo nota de todas ellas.
(incluída la de QUEVEDO)

Gracias.

Amo del castillo dijo...

Pues anote vuesa merced esta otra, fragmento de un poema del inca Garci Lasso:

"...en España no hay amor, véolo ansi. Allá reina el interés, y amor aquí."

Un saludo

El Tormenta dijo...

He añadido una cita suministrada por el Amo del Castillo. Si alguien conoce alguna/s las colocaré en la entrada.

Fijo que hay muchas más. Recuerdo que perdí un papel con un buen montón de ellas, maldita sea.