sábado, 15 de octubre de 2011

Carcajes, aljabas y goldres

Habitualmente usamos palabras como goldre, carcaj o aljaba de modo general para definir los recipientes en donde se almacenaban antiguamente las flechas y saetas. Como alguno habrá podido adivinar, cada uno de ellos era distinto del otro en el lejano pasado. Han transcurrido más de cinco siglos desde que acabó la Edad Media, lógicamente las palabras tienden a corromperse cuando dejan de utilizarse. 

Carcaj: La raíz indoeuropea de carcaj es steig- (picar, puntiagudo); del francés antiguo carcais, éste derivado del griego bizantino que procede a su vez del persa. En su acepción se incluye "vaso de beber, más ancho en la boca que en su parte media". Para el arabista Federico Corriente proviene de tarkas (corrupción de tirkaas/tarkasion/karkasion), que pasa de idéntica forma al neoárabe y penetra en Occidente con los cruzados. Su mención más antigua en castellano es de mediados del s.XIII.

Durante la Baja Edad Media suele nombrarse el carcaj como contenedor de saetas, viratones y pasadores para ser disparados por la ballesta. Se utilizaba el vocablo "carcajada" para nombrar todos los proyectiles que cabían en un carcaj: por ejemplo: "una carcajada de pasadores". Los proyectiles para ballesta que llevaba el carcaj medían entre 33 y 50 cm. Los carcajes se hacían con madera y se forraban con cuero (normalmente de jabalí). Cada ballestero solía llevar en el carcaj una docena de proyectiles. Abajo carcaj inglés de comienzos del s.XV.



En el reinado de Felipe III (1598-1621), fueron requisados varios carcajes a los moriscos de Valencia. Lo cual da gran valor a su definición en el diccionario de Covarrubias.

Dice Covarruvias (1611) del carcax:

La caxa donde van recogidas las flechas o saetas del arco. Viene del nombre griego “carchefiuna”, por la semejanza que tiene a un vaso ancho de boca, y alto que se viene ensanchando hacia el hondo a forma del que llamamos trompeta o papelina, porque cierto pontífice bebía en unos vasos de aquella forma.

El DRAE 1729 dice del carcax:

Caxa o vaina en que se llevan las saetas colgadas del hombro hacia la espalda: la cual es por arriba más ancha, para que quepan las astas de las flechas, y las plumas que se les ponen a fin de que vayan derechas.


Contenedores de proyectiles para arcos pequeños con forma de carcaj han sido utilizado desde la Edad Antigua por multitud de pueblos de origen asiático. Algunos pueblos indígenas de Oceanía aún emplean una especie de carcaj para transportar los dardos envenenados de sus cerbatanas, como podemos ver abajo.



Pharetra: Es palabra latina que viene del griego pherein, cuya raíz indoeuropea es bher-1(llevar). La palabra "féretro" tiene la misma raíz. Isidoro da en la diana cuando define la pharetra:

Es el contenedor (theca) de las saetas. Se denomina así de llevar los jáculos, del mismo modo que féretro es donde se transporta un muerto. Precisamente ambos vocablos tienen una etimología común, ya que el pharetra porta la muerte, y el féretro lleva un muerto. El contenedor (theca) se denomina de esta forma porque guarda lo que contiene.



Herodoto decía que era común entre los persas. El pharetra para las saetas era llevado en la espalda por los arqueros griegos y mas comúnmente en la cadera izquierda por los asiáticos. Es de suponer que la infantería ligera de todos los tiempos llevasen alargados pharetras para transportar sus azagayas. La palabra pharetra se sigue utilizando incluso hoy en italiano. Abajo arquero inglés del s.XI (copyright Osprey publishing).



Sabemos que los arqueros bizantinos a menudo llevaban un arco cruzado a la espalda y un thekarion con faldilla colgado del hombro en lugar del cinturón. Viene de la raíz dhe- (caja, bolsa, depósito). El inglés quiver deriva del francés quivier (contenedor), por lo que parece sinónimo de thekarion. Quiver es nombrada por primera vez en Inglaterra a comienzos del s.XIV. Tenemos también el euskera gezitoki.

Existió un tipo especial de contenedor para flechas sin cubierta protectora, consistía en un panel redondo perforado con agujeros para introducir las saetas más largas, se llevaba colgado a la cintura. Probablemente lo emplearan también la infantería ligera para cargar sus azagayas. Abajo vemos uno medieval.



Y aquí otro transportado por un arquero inglés de la primera mitad del s.XVI.



La palabra "contenedor" es genérica, incluiría multitud de formas y tamaños distintos. El pharetra es más específico para llevar proyectiles mientras que aquellos con raíz dhe- son más genéricos.



Aljaba: Su etimología es muy dudosa. En algunas localidades de Toledo es zurrón de pastor, en Portugal designaba inicialmente un saco para llevar cereales. Derivado de aljaba es linjavera (con cambio de al en an y luego en in, y aglutinación del art.). La mención más antigua de aljaba en España es 1325. En un diccionario hispano-toscano del s.XVI se traduce pharetra por aljaba. Consta que en la Baja Edad media española sirvió para llevar saetas de la ballesta. 

Hay un documento extremeño de 1585 que habla de “aljabas y aljabones”. Otros receptáculos para llevar proyectiles son el catalán buirac y el vasco buiraca. Probablemente se traten de una especie de bolsa de cuero, pues parecen derivados de burjaca (también llamada bursaca, bujaca). 



La burjaca era según el DRAE:

Bolsa grande de cuero que los peregrinos o mendigos suelen llevar debajo del brazo izquierdo colgando de una correa, cinta o cordel desde el hombro derecho, y en la cual meten el pan y las demás cosas que les dan de limosna.  

Según el DRAE la aljaba es:

Caja portátil para flechas, ancha y abierta por arriba, estrecha por abajo y pendiente de una cuerda o correa con que se colgaba del hombro izquierdo a la cadera derecha.


Desconociendo la etimología no es fácil tener una conclusión final para la aljaba. Sin embargo, en la práctica parece sinónimo del inglés quiver (contenedor), no solo por la similar fecha de aparición sino porque la aljaba podía ser tanto un saco como una caja, al igual que la raíz dhe- (caja, bolsa, depósito).  Hay un texto hispano del s.XV que comenta: "...una alfava (aljaba) a las espaldas..."



Cuando el arquero tenía que defender una posición y no era previsible moverse, solían hincar las saetas en el suelo con objeto de mejorar la cadencia de tiro.





Por otro lado si quedaban pocas saetas en la aljaba, algunos preferían sujetarlas con la mano mientras hacían uso del arco.




Goldre: En tiempos de Alejandro Magno los escitas cargaban sus proyectiles y arcos en gorytos (goldres). Más tarde fue común entre los griegos, macedonios y persas. El goldre escita podía almacenar un arco y hasta 70 proyectiles. Abajo arquero escita.



Dice Isidoro (s.VII) del goldre:

Hablando con propiedad, coriti (plural de corytus) son los contenedores (theca) de los arcos, como la pharetra lo es de las saetas.



En un documento segoviano de 1390 tenemos:

El ballestero a caballo servía armado con ballesta, dos cuerdas y un avan-cuerda con 60 saetas en el goldre. 

Abajo auxiliar de la caballería turcomana con ballesta y goldre, s.XII. (dibujo de Angus Mcbride; copyright Osprey publishing) 


Muy probablemente el goldre albergara también el arco de la ballesta. A tenor de los documentos antiguos, era desde luego en la España de la Baja Edad Media de poco uso en comparación con la aljaba y el carcaj. Tanto en el goldre escita como en el español medieval es de notar la amplia capacidad para transportar proyectiles que tenían.







2 comentarios:

Amo del castillo dijo...

Dudo que el goldre sirviera también para guardar la pala de la ballesta, ya que esta no se desmontaba de la cureña salvo por rotura. Su instalación no era ni remotamente tan fácil como montar la cuerda en el arco debido a su enorme potencia. De lo que sí tengo noticia es de una especie de guardapolvos de cuero, cuyo nombre desconozco, que envolvían pala y verga para preservarlos de las inclemencias del tiempo.
El ballestero de la última ilustración porta un arma que más bien parece un arco compuesto de origen turco al que se le ha añadido una rudimentaria cureña para facilitar la puntería.

Por otro lado, sería interesante mencionar la funda en la que los arqueros galeses llevaban el arco cuando no lo usaban, ya que solo montaban la cuerda en los preliminares de la batalla.

Por lo demás, una entrada tan interesante como siempre.

Un saludo

El Tormenta dijo...

Yo no estaría tan seguro. Cuando un texto histórico nombra a un ballestero con goldre por alguna razón sería.¿Para qué llevar un aparatoso goldre cuando puede llevar una aljaba o carcaj?

Ballestas había de muchos tipos. Si te soy sincero no puedo afirmar o negar con rotundidad que las todos los arcos de todas las clases de ballestas fuesen solo desmontables en caso de rotura. Quizá en los largos viajes se hiciese una excepción.

Ten en cuenta que el arco de la ballesta se enderezaba también como el del arco al desmontarse. La forma final que tomaban era la misma.

En realidad la ballesta procede del arco, no son tan diferentes en su origen. Los romanos la llamaban "arcobalista" y los árabes llamaban a la ballesta "arco franco". Lo que las diferencia es la manera de tensarlas (mecánica o manual).

El ballestero de la última imagen demuestra que básicamente una ballesta es un arco equipado con una cureña.

Las primeras ballesta con arco "compuesto" datan del s.XII, y en España a comienzos del s.XIII.

Estas vergas se reforzaban mediante hueso o cuerno, siguiendo el modelo de arcos recurvos empleado en Al-Andalus para conseguir mayor potencia. La madera era pegada con cola y para consolidar el conjunto se empleaban tendones, el sistema era alisado con limas. En estas vergas No se empleaban metales.

Las ballestas del s.XIV y anteriores era mucho menos sofisticadas que las de acero de los ss.XV-XVI, que son de las cuales tenemos más datos.

Sí, por supuesto que los arcos los cubrirían con fundas, pero la entrada quiero hacerla específica para contenedores de proyectiles.

Me alegro que sea de tu agrado. Seguiré en la pomada del vocabulario armamentístico.

PD: A este paso me sé de dos que van a terminar hablando castellano antiguo. Je, je.

Saludos