La palabra "lanza" es de etimología muy dudosa, procede del latín lancea. Según el OED (diccionario inglés de Oxford) es de origen íbero. El gramático latino, Aulo Gelio (Noctes Atticae XV, XXX), decía que Varrón daba como hispano el término "lanza". No sería de extrañar, pues la raíz etimológica no aparece por ningún lado.
Es palabra
celtohispana según indica Varrón (ll.,
XV,30,7), que ha dado nombre a poblaciones como Lancia
(Flor., II, 33) en Mansilla de las Mulas (León) y a pueblos como los
Lancienses astures
(Plin., IV, 118) y los Lancienses Oppidani
y Transcudani
lusitanos (CIL, II, 760).
A falta de un dato tan crucial tendremos que suplirlo con el castellano antiguo, que absorvió el término latino. Ya a mediados del s.XIII se conocía en España la palabra "lanzar", con el significado de "arrojar una lanza" o "arrojar con fuerza" a comienzos del s.XIV. También tenemos "lance" (acto de lanzar o proyectil de ballesta) desde al menos el s.XV. El término griego para lanza es longche, que era un jáculo ligero que se solía arrojar con amento. Es curioso que el soldado romano que según la leyenda atravesó a Jesús con su lanza se llamara Longinus, palabra derivada de longche.
A falta de un dato tan crucial tendremos que suplirlo con el castellano antiguo, que absorvió el término latino. Ya a mediados del s.XIII se conocía en España la palabra "lanzar", con el significado de "arrojar una lanza" o "arrojar con fuerza" a comienzos del s.XIV. También tenemos "lance" (acto de lanzar o proyectil de ballesta) desde al menos el s.XV. El término griego para lanza es longche, que era un jáculo ligero que se solía arrojar con amento. Es curioso que el soldado romano que según la leyenda atravesó a Jesús con su lanza se llamara Longinus, palabra derivada de longche.
Isidoro (s.VII) hace una breve definición de la lanza:
La lanza es un asta provista en su mitad con un amento. Y se la llama "lancea" de lanzamiento equilibrado ("aequa lance"), esto es "aequali amentum", vibración (arrojar con fuerza) ponderada. El amento es una correa que se adapta a la parte central del asta de los jáculos. Y se denomina amento porque atada enmedio del asta facilita su lanzamiento.
El amento aumentaba el alcance y la estabilidad del jáculo al ser arrojado, pero a costa de una menor velocidad de lanzamiento. Abajo peón griego con longche y amento.
Isidoro aporta de modo indirecto un dato interesante, el vocablo "lance" que significa en su opinión "lanzar". Lance no es término latino, él lo sabía bien porque lo tenía asimilado en su vocabulario con toda naturalidad. Parece estar describiendo las lanzas comunes de su época. Estas lanzas iban equipadas con amento y servían tanto para combatir como para ser arrojadas. Desde el s.II d.C., el pilum convive en los arsenales legionarios con la lancea, tal y como refleja Arriano. Gradualmente la lancea irá cobrando importancia en demérito del pilum. La lanza tenía mayor alcance (entre 40-50 m) al ser arrojada que el pilum y se adaptó mejor a las nuevas formas de combatir de las legiones bajoimperiales. Abajo lancea romana.
Según parece, fue entre los ss.XIII-XV cuando las lanzas se fueron alargando progresivamente. Las llamadas en España "lanzas largas" es poco probable que se arrojasen debido a su peso y a su uso exclusivo para combatir ante una caballería equipada con "lanzas de armas" (de caballería).
¿Por qué se siguieron llamado lanzas si muchas de ellas ya no se arrojaban? La única explicación plausible es que se trate de un caso típico de barbarismo. Posiblemente la lanza fue un arma tan eficaz y barata que el nombre "lanza" había calado hondo en el subconsciente colectivo. Muchos siglos después de su aparición, el populacho seguiría usando el mismo nombre añadiéndoles adjetivos: "de armas" "luenga" "de mano", etc. De vocablo específico se tornó en genérico.
Caso similar ocurrió con el escudo, arma defensiva hecha exclusivamente de madera y que los antiguos sabían diferenciar bien de otras: peltas, parmas, adargas, tarjas, etc. Fue de nuevo en la Baja Edad Media cuando el término "escudo" se generalizó para cualquier tipo de arma defensiva de este tipo con independencia del material con se fabricara.
Sabemos que en época prerromana se emplearon en la Península Ibérica casi todo tipo de astas (salvo el kontos y la sarissa) para el combate y la caza. Está documentado que los celtíberos emplearon cortos jáculos que arrojaban con un amento colocado en el medio del asta. De ser término hispano, posiblemente los romanos lo tomaran prestado de un arma indígena que aportaba la novedad de ser eficaz cuerpo a cuerpo y a distancia. Las legiones estaban acostumbradas al pilum, por lo que su adaptación debió ser rápida.
"Lanza" es etimológicamente un asta cuyo centro de gravedad se halla en el medio, lo cual permite que esté equilibrada para ser arrojada. Si no se cumplen estos requisitos no podemos calificarla de "lanza" en sí misma.
2 comentarios:
Mis felicitaciones por tu blog. Llevo un rato echando vistazos y me parece impresionante :)
Agradezco tus palabras. Aunque dudo que se publiquen más entradas, lo existente es una buena base de datos para la comunidad.
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