Dentro de la amplia
familia de vestiduras para la cabeza o capillos, hay unas cuantas que
está demostrado fueron adaptadas para usos castrenses. Las
diferentes culturas y pueblos fueron propagando a medida que
conquistaban (o eran conquistados) sus propios diseños a lugares
lejanos de su entorno. Muchas veces debieron cambiar o adaptar sus
propios capillos a condiciones climáticas que les eran desconocidas.
Por ello, la riqueza en cuanto a variedad de estilos es realmente
sorprendente.
La capellina es una
clase de capucho que usaban los rústicos para defenderse del agua y
el frio. Procede del latín cappella, diminutivo de cappa,
capa. Obviamente no todas las capellinas eran exactamente iguales en
las diversas naciones, sin embargo los campesinos la usaban
para lo mismo. Abajo monje con capucho puesto.
A diferencia del almófar o capellar, la capellina
parece haber cubierto exclusivamente la cabeza en base a los datos
que se poseen. No sabemos como eran exactamente ni con qué material
se fabricaban, sin embargo es gracias a los dibujos de época
medieval por los que podemos hacernos una idea de la forma que
tenían. Podemos incluir las capellinas y capuchos dentro de la
familia de las "capillas", palabra que se usaba antaño
para designar a lo que hoy llamamos "capucha". Abajo capellina de hierro española de finales del s.XIV.
La palabra aparece
en tierras hispanas a comienzos del s.XIII y no deja de emplearse
hasta el XVII. Dado el alto número textos que lo nombran debió ser
extraordinariamente frecuente en España. También se llamó Capeillina y capelina. Estoy convencido que la mayoría de las
capellinas usadas en combate por el populacho eran civiles,
seguramente hechas de cuero o tela. En Amadís de Gaula (comienzos
s.XVI) la capellina es arma de villanos, lo cual ratifica que era una
prenda típica entre los campesinos.
Los "capellinas"
eran soldados de caballería así llamados porque usaban esta clase
de capillo.
A continuación seleccionaré
aquellos textos medievales que aportan información adicional sobre
este arma defensiva.
Valladolid 1255: Et
por açecalar e alupiar una capellina, quince dineros.
En la gran
conquista de Ultramar (1295): E capellina de fierro traia muy
buena é muy bien acecalada. Los árabes usaron capellinas
delgadas y cubiertas de un muy rico paño de seda.
Inventario de 1308
para defensa de un castillo: capellinas de madera.
En las
Cortes de Valladolid de 1385: o capellina con su gorguera.
Todos los homes que hobieren cuantía de tres mil maravedís o dende
arriba, que tenga cada uno lanza e dardo e escudo e fojas e cota e
vacinete de fierro sin camal o capellina e espada e estoque o
cuchillo cumplido. Todos los que hobieren cuantía de dos mil
maravedís o dende arriba fasta en cuantía de tres mil maravedís,
que tenga cada uno lanza e espada e estoque o cuchillo complido o
vacinete o capellina et escudo.
Romancero de Sepúlveda 1551: Don Garcí Pérez se armó de sus armas se avia armado que traya su escudero pusolo junto a su lado: la capellina se enlaza la cofia se le ha quitado: en el suelo se le cayó que en ello no habían mirado.
2 comentarios:
Muy ilustrativa entrada, señor El Tormenta. Siempre me gustaron estos yelmos pero mis recreaciones en general son de siglos anteriores. Aunque últimamente estoy pensando realizar un bacinete. El de la última imagen es estupendo ¿Cuál es su denominación?
¡Saludos cordiales!
En realidad se trata de una cerbellera celada (o celada a secas) medieval. Básicamente es un casco con protección para la nuca. Se trata de una evolución tardía procedente de los ya conocidos por romanos y celtas, ya sabes, aquellos que cubrían el cogote.
En los catálogos de armas no se encontrará esta denominación debido a que la investigación sobre cascos está en pañales actualmente. ¡Ojo! tanto el bacinete como la cervellera de la foto entran en la familia de los cascos, no son yelmos. Mi siguiente entrada estará dedicada a los cascos, ando liado con el asunto.
Un placer verle por aquí de nuevo Sr.Mariano.
Saludos
Publicar un comentario