El lienzo es una
tela que se fabrica de lino, cáñamo o algodón. Sin duda las
lorigas de lienzo deben ser una de las armaduras más antiguas de la
humanidad, la acumulación de telas o cuerdas como modo de protección
se ha dado en todas las partes del mundo desde tiempo inmemorial, no
solo por la fácil disponibilidad del material sino por su eficacia.
El lienzo era un indumentaria, esto es, que se llevaba siempre por debajo de cualquier armadura o vestimenta.
Todas las lorigas tienen en común que cubren el cuerpo y carecen de correas para sujetarse.
Desde principios
del s.V a.C. era ya conocido entre los griegos el linothorax
(coselete de lino), el cual estaba constituido por láminas de
lino encoladas entre sí y endurecidas mediante inmersión en vinagre
y sal. A veces se reforzaban con escamas de bronce. Algunos de estos
coseletes tendrían probablemente placas rectangulares metálicas
emparedadas entre láminas de lino. Es posible que el linothorax
fuera la lorica lintea (loriga de lienzo) nombrada por
Suetonio, Livio y Arriano.
Con el tiempo
nuestros antepasados cayeron en la cuenta de que si le cosían encima
anillos de hierro entrelazados ensartados con alambre formaba una
defensa más firme. Según algunos autores latinos, tan brillante
idea la copiaron los romanos de los celtas hacia el s.IV a.C. Las
lorigas con mallas de anillos de hierro fueron las más comunes a lo
largo de la historia, quizá debido a su buena proporción entre peso
y protección.
No debemos dejarnos
llevar por el lenguaje de los poetas (lorica hamata) para
definirlas, pues este refleja solamente el aspecto externo de la
armadura (loriga de anillos) y no el nombre real con que se conocía,
que no era otro que "loriga terliz". Era aquella
constituída por una tela fuerte de lino o algodón, por lo común de
rayas o cuadros y tejida con tres lizos. Esta tela se llamaba terliz
y se sabe que en el ejército romano se usaban prendas fabricadas con
trilicis. En cuanto a las lorigas de este tipo se hace
evidente que la malla elegida eran anillos metálicos, tal como
comenta Virgilio (s. I a.C):
Loricam
consertam hamis auroque trilicem (Loriga encandenada de anillos
de oro terlices).
Ya en época
medieval tenemos en Francia la broigne treslie (brunia terliz)
o su versión latina thoraca et trillicem. En España no nos
quedamos al margen: Vestía una loriga de acero colado terliz é
bien tezida. De nuevo se enfatiza el uso de tejidos para su
fabricación. A tenor de los datos existentes, parece que la maille
treslie sobrevivió en Europa hasta mediados del s.XV.
Otra vestidura
militar empleada por las tropas romanas fue el bilex, que era
similar al terliz pero tejido con dos lizos. Esta palabra latina
designaba también algún tipo de malla. En la Edad Media tenemos un
tipo de loriga llamada "bileo" tejida con cuerda de cáñamo.
Sospecho que la medieval "malla doble" se refería en
realidad a la malla bilex que conocían los romanos. No solo
por etimología (bi-dos) sino porque ambas debieron ser cubiertas por
malla de anillos de hierro. La base era lino o algodón después de
todo.
A veces se nombra
como "malla de anillos dobles". Otras como "malla
doble" para resistir las flechas perforadoras de armadura de los
mongoles. En algunos inventarios franceses se menciona haubert a
maille double y haubert clavey de double maille. En España
se nombra para el "cotón doble", especie de jubón grueso
de algodón forrado con malla de anillos de hierro. Es de imaginar
que este tipo de malla empleaba anillos más pequeños que el terliz
para conseguir una defensa más tupida ante los proyectiles.
Por último, hay constancia de que la camisa formaba parte del equipo militar romano, estas prendas se fabricaban ordinariamente de lino. En la Edad Media es nombrada en el occidente europeo la camissan ferream, seguramente una camisa reforzada con anillos de hierro. En las Partidas (s.XIII) se denomina "camisote" a la loriga de mangas largas. Las camisas de aquellos tiempos eran largas, en la vida civil se llevaban principalmente para dormir, no en vano San Isidoro afirmaba que camisa viene de cama.
Entre los errores
más comunes, incluso entre autores de prestigio, que pueden
encontrarse sobre estas lorigas se hallan los siguientes:
1-Llamar "cota
de malla" a la loriga terliz: Tras más de 20 años de estudio
de documentos medievales debo afirmar que jamás he visto una sola
mención de "cotas de malla terliz", y dudo que existieran
pues el cuero basto de la cota no es la superficie más adecuada para
los anillos de hierro. Tampoco viene mal recordar que había
diferentes tipos de malla (escamas, launas, etc.) y no únicamente la
de anillos de hierro.
2-Llamar "malla
triple" a la malla terliz: Algún cerebrito infame tradujo el
francés "treslie" por "triple", de aquí viene
seguramente la idea que se trate del triple de anillos requeridos con
respecto a la malla antigua para unir un anillo con otro. Como puede
comprobarse se ignora olímpicamente de nuevo la base textil de esta
loriga, a partir de aquí pueden leerse disparates como: "la
triple malla se usó exclusivamente entre los siglos XII-XIV",
sin caer en la cuenta que los romanos ya conocían la loriga "triple"
desde la Edad Antigua... No me cabe duda que el número de anillos y
su tamaño fue variado dependiendo de las necesidades militares, pero
de ahí a vincular el vocablo "terliz" con este asunto va
un abismo.
3-Identificar la
"malla doble" con el número de anillos del mismo modo que
el caso anterior. También existe confusión entre los refuerzos de
una armadura (llamados dobles, dobleces o dobladuras) con la "malla
doble".
Sumamente ilustrativo, Sr. Tormenta, como siempre. Curiosa es la metedura de pata de los "expertos" de siempre.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, ya estamos acostumbrados a que de una metedura de pata inicial se produzcan hemorragias generales de disparates. ¿Cuando se aprenderá a buscar las fuentes originales antes de formarse una opinión sólida?
ResponderEliminarAy, bien sabe vuecé que el daño de los "expertos" a nuestra amada temática es terrible. Odio tener que acordarme de ellos en mis entradas, pero me temo que es imprescindible para clarificar las cosas.
Un saludo